Trail Running: II Trail Coria de Río - El Rocío

Fotografía: Corredores Hispalenses Imagen:Parte del grupo de participantes

Hola!!

Para hoy te traigo una nueva aventura “gamusinera”. Y sí, esta vez se me ha ido la pinza a base de bien. ^_^

-“¿Qué de qué se trata…?”-.

Bueno… digamos que se me ocurrió la brillante idea de aceptar un premio. ^_^

-“¡Vale, vale! Te pongo en antecedentes”-.

No hace mucho me dio por participar en un concurso a través de Facebook que tenía organizada la web Donde Correr Carreras. Y ya sabes, te apuntas diciendo eso de… “¡Esto no me va a tocar en la vida!”.

Pues como diría Peter Griffin: “¡ZAS, en toda la boca!”.

En fin, que la pasada semana, recibí una llamada de teléfono del responsable del citado concurso y me indicó que una de las dos personas que en principio había conseguido el dorsal, no podía realizar la prueba a la que daba derecho.

Y antes de que pudiese recapacitar lo suficiente ya había dicho que sí. De esta forma sólo tenía que ponerme en contacto con el personal de Dorsal Chip para cerrar la inscripción.

-“¡Bravo por mí!”-. (Esto es con ironía, ¿vale?) ^.^!

No sólo me había saltado el fin de semana anterior la fase de recuperación post-maratón con la carrera por la playa, sino que este fin de semana volvía a hacerlo.

-“Desde luego… ¡Es que no tengo remedio…!”-.  XD

Así que el sábado ya estaba enfrascado en otra nueva “carrerita”; pero esta vez sólo eran 50 kilómetros. Y sí, he estado a un pelo de que mi chica me mate.  *.*!

-“¿Por qué? ¡Ahora te cuento!”-.  ;p

El Día de la Prueba

Antes te he comentado que mi chica por poco me mata (“y con razón”). La salida era en la localidad de Coria del Río; un pueblo cercano a Sevilla. Y la tomábamos “los locos” a las 7:00AM.

Esto significa que nos teníamos que levantar a las 5:00AM para salir a las 6:00AM de Sevilla para estar a eso de las 6:30AM en Coria del Río. Retirar el dorsal, calentar y tomar la salida.

Creo que ahora puedes entender mejor que mi chica quisiera matarme.  ;p

En fín, que una vez que llegamos pudimos aparcar sin problemas, retiré el dorsal y a tomar la salida.

Me despedí de “la jefa”, que vendría a buscarme a la meta con el coche. Lo bueno de este madrugón sabático es que después nos quedábamos todo el fin de semana en Matalascañas, que está a pocos kilómetros de la aldea de El Rocío; donde se ubica la meta de esta prueba.

Crónica de la Carrera

Como bien sabes estoy ya en la fase final de la recuperación tras la maratón y se supone que estas distancias largas debo de evitarlas para permitir a mi cuerpo una correcta recuperación y alejarlo de una posible fase de fatiga crónica que me haga tener que parar de verdad.

Sin embargo, en estos días previos a la prueba que hoy te cuento, los rodajes que he realizado los he llevado a cabo a unos ritmos muy decentes y acabando fuerte todas las sesiones. Así que me apetecía mucho experimentar cómo es capaz de rendir el cuerpo bajo estas circunstancias.  ^_^

-“No sé si soy más masoquista que insensato. Pero me he divertido mucho”-. ^_^

Tras la salida todo parecía que iba a ir muy bien, pero en los primeros kilómetros y, en particular en los nueve primeros, lo he pasado francamente mal.

Tanto de piernas como de cabeza iba bien, pero empecé a tener la sensación que no era capaz de calentar eficientemente el aire al inspirarlo por la naríz. Eso me fue provocando un exceso de humedad y la consiguiente mucosidad en la parte alta del árbol bronquial.

Evidentemente el cuerpo comenzó a defenderse de esta agresión secretando una mayor cantidad de mucosidad y tos persistente.

Al poco tiempo, al tratar de inspirar de forma profunda para mantener el ritmo de carrera, las molestias en la parte alta de caja torácica hacían que me fuese dificultoso el poder respirar correctamente y tuviese la sensación de ruido interno.

Como puedes suponer esto me tenía muy contrariado y preocupado, llegando incluso a pensar seriamente en retirarme de la prueba en los primeros kilómetros.

Probé en bajar el ritmo de carrera (bastante), para ver si me recuperaba y de paso evitar la fatiga prematura de la musculatura de las piernas por la falta de oxigenación. Esta decisión me resultó de fábula.

Viendo que este nuevo plan iba funcionando, lo único que podía hacer era esperar a que el día fuese avanzando con la esperanza que al salir el sol, la temperatura se elevase lo suficiente como para poder correr sin la humedad de la madrugada.

-“Y mira que me gusta a mí correr a esas horas de la mañana. Pero cuando las cosas no van…”-.

Con el sol ya fuera y las temperaturas en un suave ascenso, comencé a recuperar sensaciones, aunque esa leve molestia con algo de ruido me había dejado ya tocado para toda la prueba. Eso sí, la idea de abandonar había desaparecido y lo que iba haciendo era andar rápido cuando no podía correr con solvencia y, una vez que me recuperaba, volvía a correr.

No voy... ¡pero voy!

Desde el inicio de la carrera hasta el PK24 de la carrera he conseguido correr aunque haya sido a un ritmo bajo de paso. Sólo he parado en los Avituallamientos de los PK9, PK17 y PK24.

En el Avituallamiento del PK24 es donde he tenido referencias de los otros corredores y, aparte de llevarme allí unos 15 minutos de cháchara con la organización sobre diferentes aspectos sobre la prueba y sobre material deportivo para trail, me han indicado que no era el farolillo rojo.

-“No puedo negar que me he alegrado al oírlo”-.  ^_^!!

Después de mi lucha contra las dificultades respiratorias, tener ese dato hizo que me animase a seguir adelante y comenzar a “jugar” a intercalar tramos de carrera y tramos andando para recuperar lo suficiente como para poder volver a correr hasta llegar a eso del PK32; donde comenzaba el terreno de arena que nos acompañaría hasta la meta.

Fotografía Propia. Imagen: Inicio de la Raya Real Grande

Este tramo de arena en realidad son dos tramos enlazados. La primera parte del tramo corresponde a la Raya Real Grande y, a partir del PK40, se pasa a la Raya Real Chica. Este último tramo es algo más cómodo de pasar, aunque el castigo de los kilómetros anteriores y el primer tramo de arena, hacen que esa pequeña diferencia llegue incluso a ser insignificante en cuanto a la sensación de ir clavado y estar cansado.

Al final del segundo tramo de arena se llega a la aldea de El Rocío, donde las calles siguen siendo de arena y, donde sólo había que seguir las balizas de la organización para llegar a la meta; ubicada en la Casa Hermandad de Coria del Río.

No estás solo…

Desde el PK5 hasta la llegada al punto de avituallamiento y control de paso de los corredores en el PK24, he ido en una completa soledad. Bueno, sería más correcto contarte que sólo he visto como me pasaban las bicis de la organización de rato en rato.

La verdad es que los ciclistas hacen una labor extraordinaria durante este tipo de pruebas, ya que están todo el tiempo controlando que nadie se despiste y que si tienes algún problema son ellos los primeros en auxiliarte.

-“¡¡Chapó por todos ellos!!”-.  ^_^

Después no he vuelto a coincidir con los cuatro corredores que me precedían hasta cerca del PK26. Sin embargo ha sido un contacto muy fugaz ya que en las zonas de sombra donde aún había algo de más humedad, se me volvía a complicar la historia de la respiración.

-“¡Maldita sea!”-.  >.<!!

Y ya no volví a coincidir con otro corredor (que me dio alcance) hasta el PK34 (avituallamiento). Y lo cierto es que hemos formado un muy buen equipo.

He salido antes que él del avituallamiento tras haber acordado con unos de los ciclistas que él se encargaba de acompañarle para alcanzarme más adelante, mientras que mi nuevo compañero de carrera se cambiaba de camiseta para ir más seco y cómodo.

Lo cierto es que pensé que me alcanzarían antes, pero no ha sido hasta el PK40. Así que he realizado el primer tramo de arena en completa soledad. Sólo me he encontrado con una pareja de agentes forestales del Parque Nacional de Doñana a los que les he dado los buenos días y que me han comentado que sólo habían pasado como unos 15 ó 20 corredores y me han dado muchos ánimos.

-“¡Que majos! Pero los puñeteros no me han prestado el 4x4”-.  ¬ .¬!!

Ya desde el PK40 hasta la meta nos hemos ido asociando para llevar un ritmo lo más alto posible por las arenas.

A veces hemos ido juntos y otras veces nos hemos ido dando relevos; dejando que uno de los dos se adelante y el otro lo cace poco a poco. Y, ya una vez en El Rocío, hemos ido a la par hasta la línea de meta.

Las Anécdotas de la Carrera

Bueno, este tipo de pruebas dan para mucho. Te puedes desesperar, te puedes animar, ir fantástico o ir hecho un auténtico cristo.

Pero aún así y con todo esto, también hay tiempo para divertirse, disfrutar y echarse unas risas.

-“¿No te lo crees…?”-.

Anécdota 1:

Con esto de tener que madrugar después de haber llegado a casa a eso de las once de la noche “gracias al trabajo”, cenar y revisar que tienes todo preparado para la carrera y para el fin de semana; terminas acostándote a las tantas. Y claro, al final salimos de Sevilla a las 6:30AM. Llegamos a Coria del Río a las 6:45AM.

-“Menos mal que el sábado a esas horas no hay tráfico y sé de memoria donde están los radares de velocidad”-.  ;p

Ya ves, soy un delincuente.  ^-^!

Y para la salida de la prueba, ya estaba yo acelerado. XD

Anécdota 2:

Como te conté antes, pasado el avituallamiento del PK24 (El vado del Quema), conseguí alcanzar a los cuatro corredores que me precedían y, junto con ellos, al llegar a una carretera nos equivocamos de camino.

El error vino de la mano de encontrarnos con los mismos colores de balizas que utiliza la organización de la prueba. Así que nos metimos en dirección contraria a la que teníamos que llevar. 

-"Por suerte los ciclistas de la organización vinieron a salvarnos"-.

La broma sólo nos costó el perder algo de tiempo y recorrer unos 60 metros de más.  ^_^

Anécdota 3:

También te he contado que en el primer tramo de arena sólo me encontré con los agentes forestales y, hacia la mitad de la eterna recta de arena, iba metido en mi música y en mantener un buen ritmo de paso. Para ello trataba de seguir las huellas de los 4x4.

Pues bien, de repente aparecieron como de la nada tres ciclistas de la organización a mi lado. Y antes de poder reaccionar, el ciclista que iba en cabeza me dijo:

-“¡La leche que te han “dao”! Llevamos un buen rato viéndote de lejos y no hay manera de alcanzarte”-.

-“No me he dado cuenta. Voy en mi mundo, con mi música. Jejeje ¡Pero vais en bici…!”-.

-“¡Los cojones! Con esta arena no hay manera de dar pedales. ¿Vas bien? ¿Quieres agua?”-.

-“Muchas gracias, no hace falta, tengo agua y voy bien”-.  ^_^

-“Ok, te esperamos en el desvío para que no os perdáis; tú y el otro que viene más atrás. ¡Estoy de la arena hasta los coj....!”-.

Tras esta pequeña conversación y ver que ellos lo estaban pasando peor que yo, comenzaron a dejarme atrás muy lenta y dificultosamente. En el PK40 me los volví a encontrar bajo un par de pinos. Las bicis estaban tiradas en el suelo y dos de ellos estaban sentados.

-“Menudas caritas tenían de haber sufrido… ¡Pobrecillos!”-.

En esta nueva ocasión si les acepté el agua y esperé al corredor que iba tras de mí y con el que te he comentado que llegué a meta.

Como ves, este tipo de pruebas dan para mucho.  ;)

Fotografía: Corredores Hispalenses Imagen: Llegada a meta

Nos leemos pronto!!